jueves, 18 de agosto de 2011

El lado activo de la modernidad económica



Para mí queda muy lejos el MIT, Harvard y Stanford. Los “maestros” se cuecen allí, pero la economía popular suele asentarse en el sentido común y en esos conceptos amables que a uno le permiten atisbar el devenir económico, y más que el del “globo”, el de su bolsillo. Uno sabe que la vaca no da leche si no come; uno sabe que el que gasta más de lo que puede permitirse se endeuda; uno sabe que se puede estirar la deuda, endeudándose más; pero uno sabe también, que el techo de esa deuda es la quiebra (default), y lejos del concepto jurídico, todo el mundo entiende que es una amarga situación que se da cuando uno no puede hacer frente a los pagos que tiene pendientes. Es obvio, que todo lo que uno tiene, más tarde o más temprano, dejará ya de ser suyo, ya que el acreedor exigirá al deudor atender los pagos con su patrimonio, evidentemente, si lo tiene.

            Hoy cayó la bolsa de nuevo. Un batacazo monumental. Lo que llaman la deuda periférica, ese bonito legado que dejan gobiernos que omiten la palabra déficit, y que no han tenido reparo en mantener el gasto en el umbral de los recursos que genera cada país, sigue haciendo mella. Un estado ineficiente y mal gestionado, que maneja el cincuenta por cien o más del PIB, puede arruinar a una nación. La patología real de la crisis no es la revalorización o recualificación de la deuda, no es esa buena o mala nota que se le pone a un bono para que el que lo compre conozca de antemano la “mierda” que se lleva, es la pretensión de mantener la espiral de gasto muy por encima de lo que algunos países pueden permitirse. Ya no hay escusa. Apartar a los especuladores “malos”, los de “posiciones cortas o bajistas", curiosamente, los que aportan liquidez, sí, esos que si se les negara la entrada en el juego a perpetuidad, harían que el mágico papel de los bonos probablemente dejaran de transformarse rápidamente en la sangre del sistema ­­—los bonitos billetitos y monedas que manejamos en nuestros bolsillos—, ya no resuelve el problema; Ya no hay escusa. Inyectar en vena estimulantes compras de bonos por parte de los socios más solventes, ya no resuelve el problema. La orografía de la bolsa, el bajón de la prima de riesgo, la venta oportuna de bonos a un precio razonable para paliar el gasto de la deuda, de la re-deuda, y de la súper deuda contraída, está al albedrío de decisiones que competen a otros, que discuten entre ellos —como no podía ser menos—, y que además de sacarnos las castañas del fuego para que nuestros políticos estén presentables en las próximas elecciones, nos advierten seriamente, que si no nos ponemos las pilas, no habrá más inyecciones y gestos que nos saquen del atolladero.

            Los más solventes piden una tasa para las transacciones, una pretensión para poder compensar lo que tienen que pagar por los que no hicieron los deberes, pero que fue un fracaso allí donde se implantó anteriormente. La “pseudoTobin” puede ser otro fiasco más, que se plasma en los resultados de la bolsa de estos días, ya que las entidades financieras conocen muy bien lo que supuso.

            Bienvenido sea el Papa, y sé que no dejará de bendecir a nuestros iluminados “administradores públicos”, aunque oportunamente nos bendecirá a todos, ya que todos hemos sacado de las “chistosas” balotas democráticas, a los simpáticos personajes móviles que parecen decorar nuestro parlamento. En fin, para decoración, los hermosos parajes que dibujan los índices bursátiles.   

2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¡¡muy buena esa foto, ahora que se aproxima el Apocalypsis Zombie, Iam....!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. A nuestro zombi lo han resucitado, y aunque queda, como todo zombi, como esclavo del partido, nos deja un legado paternalista para que los suyos no vuelvan a excederse en el gasto, como es habitual en la parroquia de los zombis. Además del déficit y del mal rollo económico, ejercer el poder combinando decisiones arbitrarias, sentimentalismos republicanos, y graciosas y generosas concesiones por doquier, nos ha dejado una auténtica zombieland.

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