martes, 26 de marzo de 2013

Finanzas saludables para dummies

Para el que no lo entienda. A unos les “sobra” la pasta y no saben muy bien qué hacer con ella, pero necesitan ponerla a rentar para que su valor no decaiga; a otros les hace falta para poder financiar sus iniciativas de trabajo y de progreso. El sistema financiero permite que la gente que “no necesita” el dinero lo ponga a disposición de quien lo precisa, a cambio de un pequeño beneficio, brindando así la oportunidad de desarrollo a países que de otro modo estarían condenados a la miseria. El sistema financiero es tan importante, que cuando funciona mal, la miseria aparece por doquier. ¿Cuál es el problema? El problema reside cuando un país que tiene que gestionar el dinero prestado por otros lo administra mal, dejando de ofrecer garantías para poder pagar sus deudas, no encontrando luego a nadie que esté dispuesto a brindarle la oportunidad de financiarse. Aquí reside la esencia de la cuestión, y ése es el único abismo que separa realmente a unos países de otros. Unos asumen la ortodoxia económica que les permite ser solventes, y otros parecen ser incapaces de entender que tienen que garantizar el pago de la deuda que contraen cuando piden prestado el dinero que necesitan. Los países de la periferia tienen que asumir las reglas del juego a la hora de barajar los billetes, y cuando la partida no sale a su favor porque no han sabido jugar bien, deje de tener valor el psicodrama que montan dando sentido, e incluso, haciendo rigor de ley, a todo tipo de demagogia para intentar colar o “socializar“ el fiasco a los demás, pretendiendo tensar el juego hasta el límite en que el “crupier” pueda cerrarlo, al percibir que acabará la “diversión” con menos pasta con la que se inició. Así de simple.

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