martes, 17 de julio de 2012

Enhorabuena, a pesar de todo.


Vivir con la incertidumbre permanentemente es una temeridad. Tener que cruzar los dedos para que en el  incierto devenir de cada subasta nuestros bonos no se conviertan en papel mojado es realmente un poco triste. El desatino administrativo parece intocable. Hubo una necesaria reforma financiera, hubo una necesaria reforma laboral, existen muchas otras cosas que hay que tocar, pero que ahora parece que nadie se atreve a hacerlo, pero lo que no es de recibo es que la tan necesaria reforma estructural acabe siendo un tímido ajuste presupuestario con un recargo impositivo realmente severo, y con el alevoso propósito de acudir al rescate de algunas comunidades autónomas aportando liquidez emitiendo deuda pública por un valor de 12000 millones de Euros para evitar su suspensión de pagos, volando sobre todo ello un desajuste del déficit tan bonito como el que se piensa corregir ahora. El gobierno les pide simplemente un tímido ajuste y la promesa de que devolverán la pasta, pero se fía tanto de ellas que ha optado por asumir directamente la deuda, pagando con el dinero de todos los españoles, esperando que la providencia se haga cargo del fin sin que la rebeldía de los “reinos” nos deje sin blanca. En fin, yo creo que nadie va a ser capaz de poner fin al despropósito del gasto que supone el delirio autonómico y la gobernalle de bisutería, valorado en “oro puro”, que es lo que se embolsan todos aquellos que viven muy bien a su cuenta. Pero, ¿qué puede suceder el día en que el mercado deje de comprar nuestra deuda? Exacto, ¿qué pasaría si esos especuladores “malos” que ahora la compran dejaran de hacerlo y nos dieran la espalda?  Hoy estamos de enhorabuena. Afortunadamente hemos colocado miles de millones en emisiones de letras a 12 y 18 meses con una notable rebaja de intereses, y la subasta a 12 meses ha sido a un interés muy por debajo de la subasta celebrada en junio. Lo más bonito es que se ha multiplicado casi por tres  la demanda, y eso para mí es algo que dice mucho sobre el éxito de esta última subasta, a pesar de que la “prima”, el pseudoíndice de moda, sigue con mucha fiebre. A pesar de que tengo la impresión personal de que el gobierno no quiere coger el toro por los cuernos para evitar que las comunidades dejen de ser un lastre para el ciudadano, considero que está trabajando relativamente bien. El ajuste aplazando la paga extra de Navidad a los funcionarios es realmente una muestra de que están hilando fino con los problemas de liquidez que el estado tiene en este momento. Otros ya lo hicieron peor en mejores circunstancias, y el “sindicalismo” y el partido “de los trabajadores” ni mu. En fin, no quiero ser ave de mal agüero, ni quiero crear miedos innecesarios, pero sería interesante que la gente reflexionara sobre la hipotética falta de liquidez del estado para poder abordar el gasto que supone alimentar ese voraz estómago estatal que socaba nuestros bolsillos. Con menos estado nos iría mucho mejor.

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